14 Junio 2025
El 13 de mayo, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), por iniciativa y gestión del Centro Azucarero Argentino (CAA), presentó en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, su estudio de caso sobre “Sostenibilidad en la Agroindustria Sucroalcoholera”. Seleccionado entre 17 trabajos promovidos por la Unión de Azucareros Latinoamericanos (Unala) para la implementación de actividades sostenibles de la industria azucarera a nivel regional y su contribución al desarrollo sostenible mundial, visibilizando acciones concretas hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), este estudio pone en valor el enfoque de ciclo de vida (LCA) aplicado al cultivo de la caña, la producción de azúcar y bioetanol, y el manejo de los residuos en Tucumán. Este reconocimiento internacional no solo refuerza el rol de la Eeaoc como centro de investigación agroindustrial en el NOA, sino que también subraya cómo su trabajo se traduce directamente en beneficios concretos para el sector, impulsando su producción, eficiencia y sostenibilidad.
Impulsada por una invitación de la gerencia del CAA, en coordinación con la Unión de Azucareros Latinoamericanos (Unala), la Eeaoc contribuyó con un importante estudio de caso sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El trabajo de la Eeaoc se centró en el ODS 7 (“Energía Asequible y no Contaminante”), abordando la implementación de su plan de investigación “Sostenibilidad en la Agroindustria”. Su objetivo principal es estudiar e integrar las distintas etapas de producción de materia prima, productos y sus derivados a fin de cuantificar emisiones al ambiente y generar indicadores locales y regionales de sostenibilidad en las distintas cadenas de valor agroindustrial: Caña de azúcar, azúcar, bioetanol, Residuos Agrícolas de Cosecha (RAC), bagazo y derivados.
Los indicadores ambientales obtenidos -perfil ambiental, tasa de retorno energético y disponibilidad de agua- permitieron identificar puntos críticos y plantear mejoras concretas principalmente en el manejo agronómico del cultivo y en la gestión del RAC para su valorización energética. Asimismo, la caracterización de la biomasa residual incluyó ensayos de combustión en calderas locales y el cálculo de la tasa de retorno energético, demostrando que los ingenios tucumanos podrían cubrir parte de sus requerimientos de vapor o electricidad a partir de estos subproductos.
Logros
• Reducción de emisiones en campo. La sustitución de fertilizantes nitrogenados convencionales por formulaciones biológicas, en combinación con coberturas de rastrojo (“trash blankets”) y la mecanización de plantación y cosecha, reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de energía en el campo.
• Perfil ambiental del bioetanol de caña de azúcar. El bioetanol de caña de azúcar mostró un perfil ambiental favorable, destacando sus ventajas sobre los combustibles fósiles en mezclas. Estos resultados fueron ampliamente difundidos.
• Gestión eficiente del recurso hídrico. Se establecieron metodologías para la recuperación y reutilización de aguas industriales, reduciendo el consumo de agua y la generación de efluentes.
• Aprovechamiento energético de biomasa residual. Se evaluaron y analizaron sistemas para la recolección, logística y almacenamiento de la biomasa residual de la caña de azúcar, con pruebas de combustión en calderas de bagazo que demostraron su potencial para la generación de energía. La tasa de retorno energético se estableció como un indicador clave de sostenibilidad.
• Aumento de la eficiencia térmica. Se logró incrementar la eficiencia térmica y reducir el consumo de vapor en ingenios, gracias a evaluaciones energéticas en los sectores de producción y consumo de vapor.
• Desarrollo de cultivos energéticos complementarios. Sorgo dulce y fibroso a escala semicomercial para la producción de bioetanol y energía, respectivamente, en zonas marginales, diversificando así el sistema productivo.
• Análisis ambiental del bioetanol de sorgo dulce. Se identificaron impactos ambientales que orientaron a ajustes agronómicos e industriales para mejorar su huella ambiental.
• Transferencia de conocimientos y apoyo a políticas. Los resultados de investigación y desarrollo (I+D) facilitaron la obtención de subvenciones para proyectos de transferencia tecnológica a pequeños productores y la formulación de políticas públicas basadas en evidencia sobre sostenibilidad.
Vinculación con los ODS
El Estudio de Caso alineado con el ODS 7, tiene interconexiones con otros ODS como el ODS 6 (agua limpia y saneamiento), ODS 12 (consumo y producción responsables) y ODS 13 (acción climática).
Entre los desafíos afrontados se incluyen la construcción de bases de datos confiables, el desarrollo de perfiles ambientales, la optimización de procesos y la elaboración de propuestas que mejoren la cadena productiva.
Las lecciones aprendidas resaltan la importancia de herramientas de evaluación ambiental, la adopción de estándares internacionales y la necesidad de la voluntad política y empresarial para implementar prácticas sostenibles.
El estudio, además, subraya la importancia de contar con bases de datos de ciclo de vida sólidas para respaldar decisiones técnicas y políticas que incorporen criterios de sostenibilidad.
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