Criadores de cerdos: consejos del Senasa

Criadores de cerdos: consejos del Senasa

En la Argentina, más de 67.700 establecimientos crían y reproducen unos 5,4 millones de porcinos. Para fortalecer la porcicultura, el organismo recomienda a los productores garantizar las condiciones de higiene y de bioseguridad de las granjas. El objetivo es la prevención, el control y/o la erradicación de enfermedades consideradas de impacto epidemiológico en cerdos.

Las zoonosis constituyen un grupo de enfermedades de los animales, que son transmitidas al hombre por contagio directo con el animal enfermo, mediante algún fluido corporal -orina o saliva-, o mediante la presencia de algún intermediario, como pueden ser el mosquito u otro insecto. También pueden ser contraídas a partir del consumo de alimentos de origen animal que no cuenten con los controles sanitarios correspondientes, o por el consumo de frutas o de verduras crudas mal lavadas.

Las zoonosis pueden ser causadas por diferentes agentes, tales como parásitos, virus o bacterias. Los parásitos son organismos que pueden encontrarse por fuera del animal -por ejemplo, en la piel, los cuales se denominan ectoparásitos-, o por dentro -por ejemplo, en el intestino, los llamados endoparásitos-.

Algunos suelen verse a simple vista y otros solo por medio de un microscopio. Estos organismos se alimentan de su hospedador, produciendo desde enfermedad leve, a veces casi imperceptible, hasta daños más graves, en algunos casos pudiendo provocar la muerte. Algunos ejemplos de parásitos son Echinococcus granulosus, agente causal de la Hidatidosis, o Sarcoptes scabiei, causante de la Sarna Sarcóptica.

Las bacterias son microorganismos muy pequeños, no visibles a simple vista, que pueden presentar diferentes formas como bastones -denominados bacilos-, redondos -llamados cocos-, o de forma espiralada -espiroquetas-. Las bacterias se pueden clasificar como saprófitas -no generan enfermedad y se encuentran como habitantes normales en todos los seres vivos- o patógenas -agentes causales de diversas patologías, dentro de las cuales se encuentran las enfermedades zoonóticas-.

Algunas bacterias se encuentran en fluidos corporales, como la orina de los animales -por ejemplo, Leptospira interrogans, agente causal de la Leptospirosis-, o en algunos alimentos como la leche sin pasteurizar -por ejemploi, Brucella abortus, agente causal de la Brucelosis-, o la carne.

Los virus son microorganismos más pequeños que las bacterias. Necesitan de las células de los seres vivos para vivir y para multiplicarse, por lo cual suelen encontrarse dentro de aquellos. Pero también son capaces de existir fuera de los seres vivos.

Como se advierte, las enfermedades zoonóticas son variadas, importantes y peligrosas, por lo cual se las debe tener en cuenta.

En este sentido, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) estableció estrategias sanitarias para la prevención, el control y/o la erradicación de enfermedades presentes y ausentes en nuestro país, que son consideradas de impacto epidemiológico en cerdos y, consecuentemente, afectan el comercio nacional e internacional.

Cada 14 de junio se celebra en nuestro país el Día de la Porcicultura, en conmemoración de la creación de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), actualmente Federación Porcina Argentina (FPA). Esta actividad, que abarca la crianza, alimentación y la comercialización de los cerdos, contempla en su etapa primaria la implementación de planes sanitarios que garanticen la producción porcina sana e inocua.

Fortalecer

De acuerdo a los últimos registros de 2025, la Argentina cuenta con más de 67.677 establecimientos porcinos registrados para la cría, recría y reproducción de estos animales, que en su totalidad alberga aproximadamente 5.345.164 porcinos asociados a la actividad. Por ello, con el objetivo de fortalecer la porcicultura, el Senasa recomienda a los productores garantizar las condiciones de higiene y de bioseguridad de su establecimiento, acorde al impacto que puedan producir en la diseminación de enfermedades con la frecuencia y cantidad de animales que movilizan a otros establecimientos.

En el marco de inspecciones de rutina, el organismo sanitario nacional fiscaliza las granjas para asegurar el cumplimiento de estas condiciones y realiza muestreos serológicos que garantizan la ausencia de enfermedades de gran impacto, como la Peste Porcina Africana (PPA), Peste Porcina Clásica (PPC) y Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRS).

Asimismo, aplica planes de certificación de granja por medio de veterinarios privados que se acreditan ante el Senasa en sanidad y en bienestar porcino, los cuales cuentan con una red de laboratorios fiscalizados por el organismo para diagnosticar enfermedades bajo programa de control y erradicación.

Estas pautas son complementadas, por ejemplo, con las condiciones sanitarias establecidas para el control y para la erradicación de la enfermedad de Aujeszky, así como también con requisitos que deben cumplir los productores para que sus establecimientos obtengan la certificación oficial como Libre de Brucelosis Porcina.

Otra consideración clave que deben tener en cuenta quienes se dediquen a la actividad es la implementación de la técnica de digestión artificial, prueba fundamental para prevenir la triquinosis, ya que es el único diagnóstico posmortem que determina si la carne del animal contiene en sus músculos larvas del parásito Trichinella spp. La implementación de la técnica en laboratorios habilitados garantiza la producción de alimentos seguros y aptos para el consumo de las personas.

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